En el mundo rural las fiestas populares están íntimamente ligadas a los ciclos agrarios y solares. Encender fuego, símbolo del sol, y bajarlo de la montaña al pueblo sirve para purificar los campos y los bosques, y también para purificar la población y preservarla de los malos espíritus.
La primera bajada de la temporada de fallas es la de Durro, con la fiesta de Sant Quirc, a mediados de junio. En la noche de Sant Joan se bajan en Boí y a principios del mes de julio se corren en Barruera, después en Erill la Vall y las últimas son en Taüll, a mediados de julio.
Antes de correr las fallas, se habran preparado los "faros", con árboles derechos en una zona alta y alejada del pueblo que se encenderá el día de la bajada formando una gran hoguera y desde donde bajaran los fallaires, haciendo quemar su falla para iniciar el descenso hacia el pueblo.
Imprescindible llevar una falla, que se elabora con anterioridad a la fiesta, con madera de pino que tenga tea, sujeta a un palo de fresno o de avellanero con alambres y puntas a manera de antorcha.
La noche de la bajada de las fallas se sube hasta el "faro", al caer la noche. Antes de bajar el grupo de fallaires merienda al lado del faro, aún sin encender.
Al finalizar la merienda y a la hora prevista, se enciende el "faro" y seguidamente las fallas, y se comienza a bajar, andando el primer tramo pendiente y seguidamente se comienza a correr hasta llegar al pueblo. Allí los músicos tocan la tonada de las fallas, recorren las calles y finalmente se lanzan a una hoguera.
FALLAS 2018 - Vall de Boí :
16 de junio - Durro
23 de junio - Boí
30 de junio - Barruera
06 de julio - Erill la Vall
13 de julio - Taüll