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La fiesta empieza unos días antes con la elaboración de las fallas y rantiners,  en la que los chicos y chicas del pueblo trabajan para prepararlos y dejarlos secar.

El día de las Fallas todo empieza en el Faro, un lugar elevado en la montaña normalmente con muy buena vista sobre el pueblo donde hay plantado un pino y otros árboles para conseguir una hoguera. Desde este punto es desde donde se encienden las fallas antes de empezar la bajada. 

Los fallaires, después de cenar y cuando se hace bien oscuro, encienden el faro, y con él sus fallas, hacen el descenso orgullosos de llevar el fuego hacia el pueblo con uno de los chicos delante, hasta llegar a la plaza, donde la gente los recibe con alegría, música y fiesta, se hace una gran hoguera con los restos de las fallas y rantiners que han resistido la bajada y se comienza la fiesta que puede durar toda la noche.